lunes, 20 de febrero de 2012

1. El Principio.

Hola, bienvenidos a todos a mi blog, lo usaré como diario porque tengo algo que contar al mundo.
Me llamo Seth Davis, aunque ahora se me conoce como Sorin Mingaliev, no me cambié el nombre por gusto, simplemente que ciertos acontecimientos hicieron que la gente me conociera por ese nombre, y la verdad es que no me desagrada.

  Supongo que querréis saber mi historia, si no te interesa puedes dejar de leer.

  Todo empezó cuando yo tenía dieciséis años, era un día especial, mi cumpleaños, que fortuitamente cae el 31 de Octubre, así podía hacer una buena fiesta temática, los vampiros, si, ese era mi tema favorito. En clase solía llenar libretas de ilustraciones de vampiros y me leía montones de libros sobre ellos. Como iba diciendo era el día de mi diecisiete cumpleaños, daría una fiesta privada en la casa de campo de mis padres, que ya estaba decorada con los artículos más terroríficos que pude encontrar junto con mis amigos Emma y Christian.

  Emma solía ser una niña pija, de esas que llevan siempre los últimos modelos de las más caras marcas y el pelo teñido de rubio, hasta que sus padres se divorciaron, entonces se convirtio en una chica punk, cone l pelo teñido rojo y negro, y frecuentemente de punta. Siempre llevaba ropa negra o pantalones de cuadros ajustados, o incluso medias de rejilla rotas con falda de cuero, la verdad es que había cambiado mucho, entonces se unió a Christian y a mi, hacia poco que ellos mantenían otro tipo de relación, pero no me habían excluido.

  Christian tenía un año más que yo y dos más que Emma. Habíamos sido amigos desde que entré al instituto, era un tío algo problemático, pero un genio en  los estudios, llevaba la cabeza rapada y un pearcing en el labio inferior, se estaba haciendo un tatuaje en la espalda y creo recordar que se trataba de un ángel caído.

  Los tres nos encontramos en la casa para preparar la comida y la bebida, una hora antes de que llegaran los demás vampiros del "aquelarre".

  - Seth, las patatas y demás aperitivos ya están en la mesa del comedor- Anunció Emma acercándose a mí.- Chris está preparando los cóckteles y el ponche de vodka rojo.

  - Gracias Emm, ¿Qué tal ha quedado todo?

  - ¡Tío! Es espectacular, parece el escenario de una película de terror.

 - Gracias, Vampira preciosa.

  - De nada, oye, me gusta tu capa, es de terciopelo negro... ¡Buena elección! El traje y todo a juego, vas fantástico, por cierto, déjate la melena suelta.

  - Lo haré, escucha, tápate un poco ese escote, que me vas a distraer a los demás, jajaja.

  -¿ Es que no te gusta mi corset?

  - No no, si está muy bien- No sabía cómo decirle que más que miedo daba calor- bueno, voy a encender las velas.

  Me subí a una escalera y encendí  todas y cada una de las velas de la estancia para apagar la luz. Al poco rato, comenzó a llegar gente. No entró ninguno que no fuese "vampiro". Cuando creí que habían llegado todos, volvieron a llamar al timbre, y al abrir descubrí a una pareja muy bien disfrazada.

  - Hola, ¿Quiénes sois?- Pregunté esperando una explicación conveniente.

  -Somos amigos de Michael Gordon, lo que pasa es que hemos llegado tarde.

  - Michael... ¡Ah Michael! Si, por favor, entrad- Me daba corte echarlos, la casa estaba en medio de la nada- ¿Cómo os llamáis?- Cada vez me asombraba más su belleza. Los dos eran de piel muy blanca, el pelo negro y los ojos tremendamente azules.

  - Mi nombre es Clara, él es mi hermano James.

  - Enacantado- me tendió la mano enguantada.

  -Encantado- le respondí estrechándosela.

  -James, ve con Michael, yo haré compañía a nuestro anfitrión- Dijo dirigiéndome una encantadora sonrisa.

  Charlamos, me enteré de que su nombre era Clara Hudson y acababa de mudarse de Alaska, al parecer tenía diecisiete años y estudiaba en otro instituto. La llevé al salón, plagado de vampiros, telarañas, muertos en las paredes, retratos horripilantes, etc. Y la invité a un ponche con vodka rojo y un trozo de pizza barbacoa.





          CONTINUARÁ...




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